ABASCAL & AYUSO, TANTO MONTA MONTA TANTO

Por Pedro Pacheco Martín

NÚMERO  165         27 de junio de 2024

El problema de las Leyes es su envejecimiento; pues estas representan una foto fija del momento político y social en el que se establecen. Para resolver este problema, cuando estas son un conjunto de principios, normas y reglas que pretenden establecer la forma de un Estado de derecho, así como organizarlo, como son las Constituciones estas establecen las reglas para su modificación o reforma. Esta previsión forma parte del bloque constitucional que ella contiene. La pretensión de cambio de cualquiera de los principios, normas o reglas de ese bloque constitucional, es un ejercicio legítimo, siempre que esta pretensión se ajuste y se realice al sistema previsto para el fin pretendido. Nunca obviándolo.

La pluralidad política surgida tras las movilizaciones del 15M, ha puesto de manifiesto una realidad social oculta e inactiva que cuestiona el modelo que diseñó en 1978, el constituyente.

La forma política del Estado: “Monarquía Parlamentaria” y la “Organización Territorial del mismo”, son los temas principales que hoy tensionan el debate político.

Respecto a la forma de Estado: Monarquía Parlamentaria o República, es lógico y legítimo posicionarse a favor de una u de otra. Nadia es más ni menos patriota por defender un modelo u otro. Lo mismo ocurre con la Organización Territorial del Estado: Centralista, Autonómico o Federal.

La libertad de pensamiento recogida en la Constitución permite y garantiza esa confrontación ideológica y la búsqueda de implantación del modelo deseado, sin más limitación que esta se realice conforme a las reglas establecidas por la misma (Art. 20 CE: Se reconocen y protegen los derechos: a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción).

Estas son las reglas de juego en las democracias. Es el espacio que nos permite la convivencia en libertad en la diversidad y pluralidad que hoy, a diferencia de 1978, conforma el conjunto de ciudadanos que ocupan sus territorios.

Estas son las virtudes de las democracias. Virtudes que como estamos comprobando algunos, aprovechándose de su magnanimidad o grandeza, participan en ella con el solo fin de destruirla desde dentro subvertir los principios y valores en el que se sustenta.

Un ejemplo de ello lo tenemos Javier Milei, aprovechándose de la desesperación del pueblo argentino democraticamente ha conseguido la presidencia de la Nación Argentina y, con una moto-sierra en mano, de forma histriónica y apayasada, anda por el mundo insultado y llamando criminal al socialismo democrático por ser precursor del Estado del Bienestar, implantado en Europa después de la II Guerra Mundial.

La visita de este personaje anarco ultra-derechista argentino a España ha tenido varios aspectos positivos, el primero es descubrir un político de peor calaña que Donald Trump y el segundo conocer donde las políticas de Milei, superando la de Trump, tiene sus seguidores en España. Santiago Abascal (VOX) e Isabel Diaz Ayuso (PP), tanto monta monta tanto, no han querido pasar desapercibidos. Todo claro. Pues dejen de decir disparates.

Posdata. Ser elegido en un proceso democrático no garantiza la continuidad de la democracia que lo propicia. Ejemplo: Hitler llego al poder a través de las urnas, señora Ayuso.

Publicado por desdemiatalaya1950

Agitador de neuronas mortecinas

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